Crónicas de una búsqueda de trabajo

– COMO AGUA PARA TÉ DE MANZANILLA –

Y de nuevo disculpen si alguien se siente ofendido… consulten a su conciencia si eso sucede. Una historia que le puede pasar a cualquiera.

Armada de valor, mi saco y mi currículum es que entro a un cierto programa donde promocionan tu experiencia para buscar un trabajo de tu área o especialidad. El chavo que me atendió veía y veía mi currículum hasta que se animó a preguntar: “¿Por qué vino aquí?… hay de veras que se queda una con las ganas de responder con un sarcasmo, pero me aguanté y respondí: busco trabajo.

“Oiga ¿ya fue al Iteso?” y bueno es aquí que se desprende mi reflexión. No sé si de verdad piensen que por el hecho de pararse en cierto lugar ya le van a dar trabajo a una, que te van a ver y van a decir: oh si pase, la estábamos buscando.

Lamentablemente estamos en un país donde si no llevas un nombre o una recomendación tu currículum no pasa de la caseta de vigilancia o cuando mucho de la señorita que está en el área de recepción. No es queja, así son las cosas y quien asegure que no de verdad espero me den una dirección o lugar donde no pase eso.

Quien busca trabajo comúnmente ya ha agotado bastantes opciones, en mi caso he dejado hasta 15 currículums por día, sabiendo que en muchos lugares ya tienen su plantilla llena y en otros mi currículum simplemente no se adapta al perfil que están buscando.

Y ciertamente, le pedí al chavo un nombre por quién preguntar en el Iteso y bueno, ni en su base de datos estaba la dirección… si no ayuda, no estorben caray.

Del Autor

Dayane

Licenciado en Ciencias de la Comunicación, fotógrafa apasionada y reportera por convicción.