Un acto terrorista ha sido perpetrado en Francia, asi que un agente de la CIA es puesto en marcha para buscar al supuesto autor del crimen, quien fue grabado en las cámaras de seguridad de la ciudad; pero se dará cuenta que esto va mucho mas allá de lo que se imaginaba.
Asi es la premisa con la que nos envuelve este filme de James Watkins, buscando captar la atención del público en el género de acción.
Una cinta que cuenta con los elementos que cumplen decentemente con lo que el espectador quiere ver: golpizas, explosiones y una buena dosis de adrenalina.
La película originalmente se estrenaba antes, pero coincidió con los atentados en Niza, por lo que decidieron aplazar su muestra en cines.
Si bien la película no ofrece algo innovador en el género, logra mantener al público emocionado y esperando el próximo paso en el desarrollo de la historia.
Algo que –en lo personal- me llamó la atención es la manera simple en la que nos muestran el impacto actual de las redes sociales en cuanto al manejo de información, mismas que se utilizan para magnificar los eventos y lograr conspiraciones.
Otro punto que note bueno, es la duración de la película, que no es muy larga, sin recurrir a escenas de relleno ni historias alternas que en algunos casos se vuelven irrelevantes y sin un hilo con la línea medular de la historia.
Una buena opción para quien gusta de una alternativa buena sin esperar algo excepcional. Sé testigo de la historia del Atentado en París.