Cuyutlán se volvió famoso por su “ola verde” que dependiendo de la época del año puede alcanzar hasta 5 metros. Es mar abierto, por lo que hay que tener precaución al internarse a nadar. Hace ya algunos años en el estado de Colima se presentaron una serie de temblores que culminaron con uno de fuerte intensidad provocando un maremoto con una ola de 10 metros, estas historias y algunas más se encuentran en el “museo de la sal” que se ubica dentro del pueblo a una cuadra del centro. Ahí también se puede aprender el proceso de cómo sacan sal de mar y la vuelven comestible para el consumo humano.
Es un poblado muy tranquilo, donde se puede comer de todo y disfrutar de tus alimentos a la orilla del mar en una silla o tirado en la arena. Si se va en carro se hacen 3 horas de camino y en camión 4 horas aproximadamente.
Cuyutlán no es solo playa, si has seguido los reportajes ya vimos el tortugario, su manglar, ahora el poblado y nos falta uno más con las salinas. Así que un destino muy recomendable que vale la pena visitar