¿Cuántas veces nos preguntaron de pequeños lo que queríamos ser de grandes? Una, cinco, diez o quizás más. ¿Cuál era tu respuesta? Bombero, doctora, astronauta, policía, presidente de la nación o estrella de rock and roll. Para ti hace cuanto paso esa época llamada infancia, quizá aún seas joven entre lo 20s o talvez seas mayor.
¿A qué te dedicas? Ya eres bombero, doctora, astronauta, policía, presidente de la nación o estrella de rock and roll. ¿Si? Realmente te felicito. ¿No? ¿Por qué no? ¿Qué cambio? ¿Qué sucedió?
Así es la vida se podría decir.
En esta ocasión me toca escribirles sobre la más reciente publicación de Jorge I. Aguadero autor del El Vendedor de Sueños.
¿Pagarías por alcanzar la felicidad? Es lo primero que se lee al tener este libro en las manos. La mente comienza a volar tratando de encontrar respuesta antes de siquiera llegar al prólogo de Fernando Arrabal.
Es en alguna ciudad del mediterráneo donde se encuentran diversos personajes. Cada cual, sumergido en su propia existencia, pasando los días mediante la rutina inquebrantable, así es la vida se podría decir.
Un día desde algún inexorable y desconocido lugar en el interior del alma surge la sensación de inquietud. En algún momento de la vida cualquiera se llega a preguntar si se es feliz.
Diferentes historias convergen tratando de encontrar aquello que les podría hacer alcanzar la tan anhelada felicidad. Pero tristemente hay corazones que entierran en lo más profundo aquellos sueños de la infancia.
Un libro lleno de poesía e interesantes referencias culturales que trae consigo un recuerdo gratificante para el alma pues…
El límite es el cada quien se impone.
Al final, los sueños, sueños son… Pero en la vida con valentía se hacen realidad.