¿Cómo cambiar cuando has sido la misma persona arrogante, ingenua, orgullosa y egoísta durante tanto tiempo?
Cómo decir no, cuando todo el tiempo dijiste si a lo que la mayoría quería. Y eso no quiere decir que por que fueron mayoría estarían en lo correcto.
Pero como cambiar un mundo de riquezas, de poder, de fama por un poco de humildad de tranquilidad, de orgullo, pero orgullo del bueno de ese que te empuja a querer seguir haciendo las cosas bien, el que te alienta a ir por ese buen camino.
Algunas de esas preguntas fueron las que se hizo el Sr. Cousteau cuando se encontró al borde de perderlo todo. ¿Pero que era ese todo? Bueno nada más que esa misma fama que ya tenía, el poder político y en la televisoras que lo fueron cegando lentamente hasta ver el dinero como algo adictivo y no dejar de querer más.
Donde su objetivo inicial de conquistar nuevos mares, descubrir lo escondido y profundo en los océanos, mostrarle al mundo la magia y lo increíble que había bajo y sobre las aguas que recorrían, desapareció.
Todo eso quedo atrás cuando el cariño que el sentía hacia la naturaleza y los animales, hacia la protección de la misma fue desapareciendo poco a poco, cuando fue más la avaricia y los poderíos que él ya tenía sobre su cargo. Dejo de preocuparle lo que lo había hecho llegar hasta ahí.
Donde quedaron su esposa, sus hijos, y su esfuerzo por conseguir lo que algún día quiso. Ya no le importaba nada. Ni siquiera el mismo.
Pero bien dicen, ahogado el niño tapan el pozo…
Lamentable para Cousteau, se dio cuenta del gran daño que había provocado cuando ya poco quedaba por remediar. Los océanos infestados de basura, la caza de mamíferos marinos excesiva y de manera tan despiadada, llevaron a la extinción de muchas, otras en peligro., su familia separada y el, a punto de perder su bote y lo poco o mucho que tenía por las deudas tan grandes que ya no podían pagar, pareciera que la marea se lo fuera a tragar.
Pero como un bote salvavidas, aparece nuevamente su hijo Philippe el que lo acompañara en la última travesía y el que lo haría girar el timón de su vida.
Porque la unión der una familia no puede separarla un viento fuerte o una tormenta imparable que pareciera acabar con todo.
¡No! En una familia todos van en un mismo bote y todos tienen que remar por igual para que salga a flote.
“Quien cambie su orgullo por humildad lograra estar en constante crecimiento”