Siete destinos para vivir en Semana Santa

Cada año durante la Semana Santa, las calles y plazas de pequeños poblados y ciudades coloniales son el escenario de diversas representaciones pagano-religiosas. En esas fechas se mezclan rituales cristianos con costumbre locales que, en muchos casos, tienen su origen en la época prehispánica. Descubre 7 destinos religiosos ideales para visitar en Semana Santa.

Esas tradiciones se realizan para rememorar la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Hoy esas celebraciones forman parte de la cultura de varios destinos religiosos mexicanos y los viajeros pueden ser testigos de las tradiciones de Semana Santa.

Durante esos días los pueblos se transforman, en la atmósfera gravita el fervor de aquella época, mientras que las costumbres más arraigadas de los habitantes parecen apoderarse de los visitantes.

A esas coloridas, en algunos casos desgarradoras representaciones, se suman los atractivos propios del lugar.

Algunos de los destinos destacan por sus viejas casonas de adobe y calles empedradas, otros por encontrarse a la orilla de una lago y unos más por resguardar magníficas edificaciones coloniales.

Así, los visitantes, en la temporada vacacional de Semana Santa, van descubriendo pueblos pintorescos o cargados de historia, ciudades patrimonio de la humanidad y metrópolis con un rico pasado minero.

1. San Luis Potosí y su Procesión del Silencio

La última ciudad colonial del siglo XVI, esa que según la leyenda fue construida a imagen y semejanza de la olla que rompió Juan de Oñate, primer ministro de la urbe, en la Plaza Fundidores, es uno de los destinos mexicanos más populares para visitar en Semana Santa.

Y es que la Procesión del Silencio, continúa realizándose como hace más 50 años, aunque sus orígenes se remontan al siglo XVI. El centro histórico de la ciudad es el escenario de esta celebración religiosa.

La noche del Viernes Santo, diversas cofradías como la de monaguillos, nazarenitos y macarenas, con sus peculiares vestuarios, desfilan desde la Plaza del Carmen hasta la Catedral en total silencio.

Pero más allá de esas festividades religiosas de Semana Santa, la capital del estado tiene muchos atractivos culturales, así como edificaciones coloniales que vale la pena descubrir.

2. Tlayacapan y su Viacrucis

Este pueblo mágico localizado a tan solo unos minutos del Centro Vacacional Oaxtepec, y posee una colorida fiesta en Semana Santa. En esta temporada se realiza la tradicional procesión y el Viacrucis, ambas celebraciones se caracterizan por su ambiente alegre y festivo.

El espectáculo de la danza de los chinelos al ritmo de la banda es una de las actividades imperdibles en Semana Santa en Tlayacapan.

También podrás recorrer las más de 15 capillas que existen en Tlayacapan. La mayoría de las cuales datan del siglo XVI. Por cierto, puedes tomar un baño de temazcal en alguna de las diferentes opciones que ofrece el pueblo.

3. Tzintzuntzan y sus gloriosas tradiciones de Semana Santa

Lo que fuera la antigua capital del reino Purépecha y el lugar donde llegaron las primeras tribus que poblaron la zona del Lago de Pátzcuaro en el siglo XII, adquiere en Semana Santa una gran singularidad.

La celebración de la Semana Santa da inició el Miércoles Santo, con la salida de los espías, un grupo de encapuchados vestidos de rojo y blanco que salen a las calles en busca del Nazareno para apresarlo.

El recorrido termina la mañana siguiente con la visita de las casas donde se encuentran los antiguos Cristos de los Barrios.

Las festividades de Semana Santa continúan el Viernes Santo cuando los personajes de Barrabás y Judas, hacen travesuras a los visitantes. Por la tarde los protagonistas son los penitentes, varones de Tzintzuntzan que corren por todo el poblado vestidos con cendal y capucha. Mientras ellos corren por las calles se les infligen castigos físicos, pues éstos deben pagar su penitencia.

El Sábado Gloria se hace la bendición del Fuego Nuevo, Cirio Pascual, Agua Bautismal y los Santos Óleos para terminar con la Misa de Gloria a las 12 de la noche. El Domingo de Resurrección se realiza una cena a la que acude gran parte del poblado.

Este pequeño poblado en la ribera del Lago Pátzcuaro ofrece diversos atractivos, que también sorprenden a los visitantes. No dejes de visitar el Convento Franciscano y la zona arqueológica de Tzintzuntzan.

4. Taxco y su Viacrucis viviente

Esta ciudad que se formó a golpe de barreta, cuando en el siglo XVII, cientos de mineros arrancaron de las entrañas de la tierra la riqueza que durante años llenó de bonanzas a esta región del norte de guerrero, también es una opción interesante para visitar en Semana Santa.

Desde 1598 los frailes del exconvento de San Bernardino iniciaron esta celebración de Semana Santa dentro de los muros de esa construcción. En ese entonces solo se hacía el Viacrucis, en el cual los monjes recorrían las 14 estaciones cargando cruces, cirios, imágenes y otros objetos religiosos.

Casi cuatro siglos después, esa antigua tradición se retomó y hoy es motivo de viaje de cientos de turistas. Desde el Domingo de Ramos hasta el de Resurrección se llevan a cabo diversas procesiones. Una de las más significativas es la del Viernes Santo, denominada la Procesión de Jesús camino al Calvario, en la cual se hace una representación del trayecto que Jesús hizo antes de ser crucificado que concluye en el  Exconvento de San Bernardino de Siena.

Aunque en Semana Santa, Taxco debe su fama a esta celebración, hay varios sitios de interés que complementan la visita.

Entre sus atractivos destacan la Parroquia de Santa Prisca y San Sebastián, Casa Humboldt, Teleférico y su mercado de artesanías.

5. San Miguel de Allende y sus romerías de Semana Santa

Conocida como “Fragua de la Independencia”, esta ciudad aún conserva su legado histórico y los muros de sus edificaciones parecen contar cuando, en estas calles, Ignacio Allende se unió al ejército comandado por Miguel Hidalgo.

Pero la atmósfera de esta urbe, Patrimonio de la Humanidad, cambia en Semana Santa y además de evocar aquellos tiempos, recuerda la pasión de cristo.

En sus calles se realizan diversas celebraciones y procesiones, pero una de las más significativas es la sentencia a Cristo que se realiza en el atrio de la Parroquia y templo de la Santa Escuela y concluye en la explanada del  Jardín principal.

Esta procesión, se representa con romanos y penitentes que llevan en su mano un cráneo y visten sayal de ixtle en color morado, siguiendo los pasos del sacerdote que va cargando la cruz, como lo hacia Luis Felipe Neri de Alfaro. Más tarde se hacen las Agonías, momentos de sufrimiento de Cristo en la cruz.

Las celebraciones religiosas de Semana Santa terminan el Domingo de Resurrección con la tradicional quema de Judas. Alegorías hechas de cartón de personajes públicos que representan el triunfo del bien sobre el mal.

Esas representaciones, no son lo único que es posible admirar en Semana Santa, ya que la ciudad cuenta con magníficas edificaciones y museos.

Entre sus principales atractivos sobresalen el Jardín principal, el Museo Casa de Ignacio Allende y la Parroquia de San Miguel Arcángel.

6. Querétaro y su camino de la cruz

Cuenta la leyenda que la fe y la opulencia fincaron aquí sus raíces desde la época de la conquista, materializándola en mansiones, palacios y templos. Y en Semana Santa esas magníficas construcciones son testigos desde hace más de 30 años de celebraciones solemnes por la muerte de Jesús.

Desde el Domingo de Ramos se llevan a cabo varios eventos que conmemoran aquellos acontecimientos. Sin embargo, el más significativo es el Viacrucis Viviente que representa las tres caídas y Crucifixión. También destaca la Procesión del Silencio del Viernes Santo, cuando diferentes grupos de hermandades y cofradías realizan un recorrido por  las calles del Centro Histórico manifestando el dolor por la muerte de Jesús.

Las festividades de Semana Santa terminan el Sábado Santo por la noche con la Quema de Judas, el cual es representado con personajes malos que simbolizan los siete pecados capitales. Estas figuras las hacen los artesanos queretanos durante la cuaresma.

Durante Semana Santa, diversos templos de la ciudad complementan sus actividades con conciertos de música sacra.

Esas celebraciones son sólo parte de la gama de atractivos que ofrece la metrópoli, esa que a lo largo de su historia ha jugado un papel importante en el país, pues también fue protagonista de la lucha de independencia.

Entre sus atractivos, vale la pena visitar la Catedral, el Palacio de Gobierno y su monumental acueducto.

7. La CDMX y la pasión de Cristo

Penitents participate in a re-enactment of the crucifixion of Jesus Christ on Good Friday in Iztapalapa in Mexico City April 6, 2012. REUTERS/Henry Romero (MEXICO – Tags: RELIGION SOCIETY) ORG XMIT: CDG36

Una de las celebraciones de Semana Santa más arraigadas del país que busca ser nombrada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, es la rememoración de la Pasión de Cristo.

Desde 1843, se realiza está celebración en el Cerro de la Estrella, delegación Iztapalapa, al oriente de la Ciudad de México.

El Domingo de Ramos con la Procesión y la bendición de las Palmas inician los festejos de Semana Santa y concluye el Viernes Santos con la coronación de espinas y el Viacrusis.

Sin duda, es una de las celebraciones de Semana Santa más realistas y con mayor tradición.

Esto es solo una pequeña probadita de las tantas actividades que diferentes destinos ofrecen en Semana Santa.

PorArcelia Lortia Travel Report

Del Autor

Charlotte Contreras

LCC, community manager y actualmente agente de viajes. Soyf Fan la lucha libre mexicana.