¿Quién no recuerda a los Trolls? Esas criaturas con una larga cabellera de colores y de ojos grandes vuelven a estar vigentes después de que en la década de los 90’s se volvieran toda una moda causando furor entre chicos y grandes. Vuelven a la vida gracias a la mente del director Walt Dohrn, quien los lleva a la pantalla grande en una fresca aventura que divertirá a chicos y grandes.
Los Trolls sufren cada año pues los Bergens, unas criaturas infelices, hacen su Trollsticio, una ceremonia en la cual comen un Troll para ser felices. Uno de tantos años bajo el mando de su rey, estos curiosos personajes logran huir de su asentamiento evitando un trollicidio descomunal, y se van a otras tierras para establecerse nuevamente y seguir siendo felices. Durante muchos años viven contentos, bailando y abrazándose, hasta que un día la princesa Poppy decide hacer una fiesta sin precedentes, y gracias al escándalo que provocan, los Bergens los localizan y se llevan a toda la aldea, excepto a Poppy y a Branch, un Troll que no es feliz y solo piensa en cómo cuidarse de los Bergens; así que no tan de buena gana para Branch, pero se embarca en la misión de rescatar a los aldeanos antes que sean un platillo para sus enemigos.
¡Una película llena (de verdad LLENA) de color! El aspecto visual es simplemente cautivante, muchos colores, paisajes llenos de detalles… la lista sería muy larga para enunciarla pero si puedo decir que es un gran punto a favor para los pequeños y un deleite para los no tan pequeños.
Tiene una trama muy sencilla, ya conocida por muchos; pero no por eso le resta calidad a la cinta, se lleva de buena manera, para no enfadar a los peques y no aburrir a los adultos.
El aspecto musical, ahí tengo sentimientos encontrados… por un lado el filme cuenta con una soberbia banda sonora, quien en su versión original reúne a grandes celebridades como son Gwen Stefani, Rihanna y Justin Timberlake, que cantan tanto canciones originales como temas de antaño a manera de cover, incrustados en momentos clave para darle mayor emotividad, sin embargo en su versión en español algunas melodías se notan un poco forzadas y sin llevar el ritmo de la música.
Así que ya saben ¿Quieren acompañar a Poppy y Branch a salvar a sus amigos? Entonces ¡despéinense y vayan a ver Trolls! Una cinta muy familiar y divertida, sin afán de sobresalir en su género pero que con la mano en la cintura nos hará pasar un muy divertido momento.