Billy Pope, agente de la CIA, es asesinado durante una misión y se lleva mucha información a la tumba, por lo que lo someten a un proceso experimental en el cual le implantarán todo su conocimiento y habilidades en otra persona para poder obtener todo lo necesario y terminar la misión, solo que el candidato ideal… es un convicto muy peligroso e impredecible.
Una historia intrigante combinada con ciencia ficción y muy buena acción es lo que nos presenta el director Ariel Vromen, en la que veremos a Kevin Costner en el papel de Jérico, el convicto quien tendrá que lidiar con su retorcida mente combinada con la mente de Pope a fin de lograr terminar los asuntos pendientes de la misión en la que fue asesinado el agente, y entender emociones que no había sentido antes.
Como buena cinta de acción, cuenta con secuencias muy bien realizadas para liberar adrenalina del público con la emoción de los hechos.
La historia va normalmente en buen camino, haciendo que el espectador intente llevar un pie adelante para tratar de adivinar cuál será el próximo suceso en el desarrollo del filme aunque muchas veces no sea lo que uno espera.
El punto mas profundo e interesante de la película es el aspecto psicológico y emocional, donde veremos como la identidad de Jérico se va mezclando con la de Billy creando un complejo enredo de emociones y sentimientos.
Una muy buena cinta para los amantes de la acción, y bastante entretenida para el público en general.
Como lo menciona: “Si tu me dañas, yo te haré daño”… es la actitud de esta Mente Implacable. ¡No se la pierdan!